¿Te consideras una persona miedosa?
Los miedos nos acompañan desde una edad muy temprana hasta la edad adulta. El miedo es un fenómeno omnipresente en cualquier cultura y tiempo. ¡No se libra nadie!
Al principio, es normal tener cierto miedo a los sonidos fuertes, a los animales, a los extraños, a la oscuridad, a separarnos de nuestros padres, a algún personaje de cine, a los muñecos…A medida que vamos teniendo más edad, nuestros miedos también van evolucionando. Así, en la edad adulta, desarrollamos miedos muy concretos.
- La conducta de una persona celosa, esconde el miedo a ser abandonado por la persona en la que vuelca esa conducta celosa.
- Si sentimos que ante ciertas personas o en ciertos temas nos hacemos pequeños, es probable que nos callemos y no tomemos parte en las conversaciones o evitemos el contacto. Debajo de esta conducta, podría estar el miedo a quedar en evidencia pues es posible que nos consideremos inseguros o menos valiosos/capaces.
- Todos tenemos sueños, deseos, metas, pequeños objetivos. A menudo, nos vemos frenados en la consecución de los mismos y finalmente, lo único que nos acompaña son sentimientos como la ira, la rabia, la frustración o la tristeza por no conseguirlo. A veces, ni somos capaces de intentarlo. Ahí, podríamos estar ante el miedo al fracaso.
- Y… ¿qué pasa con el miedo al miedo? Este también es muy común y, además, ¡suele estar más enmascarado!
El miedo en todas estas circunstancias, deja de ser algo evolutivo y adaptativo, y debemos plantearnos que lo único que desencadena es que perdamos oportunidades.
¡Debemos reconocer el miedo y ser capaces de plantarle cara!
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